Si aún tenemos alguno que otro todavía los belenes montados, los polvorones en bandejas y la Navidad en la boca, es hora de ir dejándolo un poco de lado, que venimos ya un poco apretados. Sin darnos cuenta, nos hemos adentrado casi en Cuaresma. Época de ensayos, igualás, ir recogiendo hábitos, papeletas de sitio... Pasando de la alegría, la epifanía, el nacimiento de Jesús; a su Pasión, Muerte y Resurrección. Atenderemos sabiamente a las letras de pregoneros, sacerdotes, presentadores, ensimismados en la exaltación de Dios, Jesús y María.
D. David Rodríguez Jiménez Muriel, pregonero oficial de la Semana Santa de Granada.
Se aproximan cultos, besamanos solemnes, funciones principales, eucaristías por la cofradía. He aquí -aunque debería de ser durante todo el año- donde los cofrades, hermanos, costaleros, penitentes... Mostramos nuestro apoyo incondicional. Uno no es cofrade solo siete días al año, no olvidarse.
Altar de cultos, perteneciente a las Penas de San Vicente.
Se nos antoja la primavera (parece que estamos inmersos en ella), pero retomamos un temor que siempre nos asalta por esta época, o quizá, un poco más tardío -se nota sobretodo la última semana-: la lluvia. Llover o no, de nosotros no depende. Pero sí depende el cuidado, conservación y protección del patrimonio humano y artístico puesto y mostrado durante la festividad cristiana por excelencia. Arriesgar puede conllevar que salga bien, o muy mal parado. Dando mi opinión, no me la jugaría. Son demasiadas cosas las que se ponen en juego. Y sí, la rabia y las ganas pueden a la cordura en incontables veces, pero reflexionar.
El pasado martes 13 de enero, la Patrona y el Sagrado Protector renovaron el voto con la ciudad de Motril por el día de los Terremotos.
Y entrando en la tónica de mi ciudad natal, Motril, se aventura una Semana Santa diferente. Y más para el que escribe esto, que tendrá que vivir nuevas experiencias, pero eso es punto y aparte. Motril evoluciona en salud y estética. La implantación en nuevos pasos (democráticamente) del costal, favorece en salud al costalero. Y ya, si de por sí implica una mejora estética, fantástico. Veremos piezas de orfebrería nuevas, bordados en palios, renovación musical... La parte negativa viene por parte de la hermandad de Vera Cruz, con la imposibilidad de realizar estación de penitencia por su desgraciado y fatídico accidente el Viernes Santo del 2014. Espero que sea un proceso a corto plazo.
