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domingo, 24 de agosto de 2014

Hay más mundo.

    Hay más mundo, no todo es Sevilla. No toda la belleza reside en la ciudad hispalense. Y no reniego del gran poderío patrimonial cofrade que posee. Pero no nos ceguemos, y tengamos nuestro único punto de vista en esta ciudad. Abrámonos a más ciudades. A Granada, Córdoba, Cádiz, Jaén, Huelva, Málaga... Incluso ciudades algo más pequeñas, como Jerez de la Frontera, a Priego de Córdoba, Vélez-Málaga...
Nunca habrá ni mejor escenario ni mejor protagonista, que Dios procesionando por Granada.

     Muchas veces creemos que perdemos toda personalidad, tradición podríamos llamarlo, con cambios significativos, sacados de la cuna cofrade, de Sevilla (y ojo, que pudo haber sido Granada, aunque eso es otra historia). Sevillanización. No todo lo que nos pintan en Sevilla es bueno. ¿Tienen cosas buenas?Sí. ¿Y malas? Por supuesto. No está malo "coger" ideas de allí, pero esas ideas, si se hacen, que se hagan bien. Y no por capricho, sino por necesidad.

Sacado de otro siglo, la belleza de los Afligidos de Cádiz.

    El costal es un ejemplo. Durante un debate en una red social, comentábamos el costal en la Hermandad salesiana de Cádiz, el famoso Despojado de Romero Zafra. El costal es una forma de andar, una cadencia, un lujo y un gusto verlo procesionar. Así lo definió, y aquí lo afirmo. Pero me desvío del tema. Cambios como estos si los veo necesarios. Necesidad, y no capricho, o gusto.

Señor de San Agustín, Sagrado Protector de Granada, una maravilla renacentista.

     Cada ciudad, pueblo, villa... cualquier localidad, tiene su esencia. Granada tiene la suya. Tiene un arte más granadino (¡obvio!), más señorial, lo llamaría yo. Cádiz tiene genialidades, Córdoba un espectáculo, Málaga es innegable que posee una personalidad diferente a cualquier capital de provincia, Huelva tiene un patrimonio muy curioso, Jaén tiene verdaderas maravillas...

Una genialidad de José de Mora, en otra genialidad del mundo, en Granada. La hermandad del "Via Crucis".





    ¡Y hay más! Zamora, Valladolid... Hay más allá de Andalucía. Solo que cada uno lo vive de una manera. Ya os comentaré la esencia andaluza, de sus ciudades... Pero en otra ocasión. Porque eso, es otra historia.

lunes, 4 de agosto de 2014

Depender de uno mismo.

    Harto estoy de observar la multitud de quejas que se producen entre asociaciones, cofradías, hermandades, agrupaciones... Cualquier institución, en su mayoría, relacionado con el mundo cofrade, suele mostrarse dolido, molesto, incluso ofendido, porque no acuden representaciones de dichas instituciones a sus actos, ya sean civiles, litúrgicos, o de cualquier otra índole. ¡Pardiez!

Altar de cultos del Sagrado Protector, San Agustín.

      No nos ciegue la maldad. Una cofradía debe de depender de sí mismo, de sus hermanos. Uno no puede depender, constantemente de las demás cofradías, ya sea, en la celebración de la eucaristía, en sus actos de formación, litúrgicos... Aquellos que deben de acudir son sus hermanos. Aquellos que deben de formar parte del cortejo, mejor dicho, darle amplitud, son sus hermanos, y no las representaciones típicas de distintas hermandades. Ojo, no es que esté mal, pero no hay que enojarse por ello, sino preocuparse más de sus recursos humanos, sus hermanos, los devotos de sus sagradas imágenes.

Altar María Santísima de la Consolación, 2004 (Inmaculada).

             No hay que preocuparse por si van a acudir unos u otros. Por quien hay que preocuparse, es por tu gente, por tus hermanos, por los que verdaderamente acudirán cuando haya problemas, o también, cuando no los haya. No os ciegue la envidia, la mala fe. Las cofradías deben de mirar más dentro que fuera, y muchos estamos olvidándonos de eso.

Costaleros entre penitentes...  Disfrutando, mientras los penitentes sufren calor, agobio...

        ¿O acaso, alguien se ha encargado de alimentar a los sufridos penitentes de sus hermandades tras una dura estación de penitencia?¿O de darles bebida? Seguiré empeñado en que los penitentes son los grandes olvidados de la Semana Santa, tienen muy mala prensa... Dependamos de nuestros hermanos, dependamos de nosotros mismos, pero nunca olvidemos de quienes somos, y que sigamos como somos. Cuidémonos.