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sábado, 26 de octubre de 2013

Antonio Joaquín Dubé de Luque.

Antonio Joaquín Dubé de Luque, nació a finales del año 1943, en la cuna de la Semana Santa, en Sevilla. Desde muy pequeño, mostró un gran interés por el mundo del arte, debido a la influencia de su padre, que estudió arte en la Escuela de Bellas Artes hispalense. Recién cumplida la edad adulta, dibuja a la Virgen de la Estrella, siendo una de las mejores obras realizadas a pincel de esta dolorosa. Los sentimientos del artista, fueron más allá, y los traspasó a la imaginería. Estudiaría pronto en la Escuela de Artes y Oficios de la capital andaluza, para después entrar en la Escuela Superior de Bellas Artes. Muestra una gran admiración por las obras de Juan de Mesa (imaginero barroco, que nació en el año 1583, y murió en 1627), nombrándolo según él, como el "Escultor de las cofradías", debido a sus tallas, de gran devoción, como es el "Señor de Sevilla", el Santísimo Cristo del Gran Poder. Poco a poco, gracias a su nivel escultórico, pronto recibiría pequeños encargos, entre ellos la restauración de las imágenes de la Santa Cena y retallado y modelado de la Virgen de la Soledad, titular mariana de la hermandad de "Los Servitas", y obra del taller de Castillo Lastrucci, para continuar posteriormente con la Virgen de "La Candelaria", Nuestra Señora de los Ángeles. Pero no quedaría aquí la cosa, ni mucho menos, sus dotes artísticas a la hora de pintar, diseñando y pintando el cartel de la coronación canónica de la Encarnación y el diseño de la portada del boleto de la hermandad de "Los Servitas", harían de él un artista polivalente, con muchas cualidades, dándole una gran reputación no solo en Sevilla, sino en Andalucía y pronto en España. También destaca por sus diseños de pasos, tanto de misterio como de palio, así como mantos y orfebrería cofrade. Surcará los mares, y hará distintas obras para las Islas Canarias, e incluso para el Nuevo Continente, así como una copia a tamaño real de la Virgen de la Macarena para Sudamérica.

Críticos artísticos lo definen como un gran artista, destacando en el mundo cofrade. Sus obras, según varios expertos, hablan de sus tallas defendiendo su gran estudio y representación de la anatomía, sobresaliendo en sus imágenes cristíferas, con un rostro serio, semblante, y siempre intentando que posean la "dignidad de Dios". Ahora, sus imágenes marianas, la gran mayoría dolorosas, muestran un gran dolor, como ya bien lo indica la propia palabra "dolorosas", aunque algunas no tanto, más bien atemperadas, destacando en todos por esos puntos personales que le da el sevillano. Entrando en sus características a la hora de tallar, son sus ojos pintados sobre madera,(excepto María Santísima de la Soledad, que son de cristal), sus "hoyitos" en la barbilla, la boca entreabierta con la visión bastante nula, pero visible, de la lengua; su policromía es pálida, pero con mejillas sonrosadas; y anatómicamente, realiza el hueco de la supraclavicular, el arranque o principio de los trapecios y los esternocleidomastoideos. Esto, y sus demás dotes artísticas, lo hacen en uno de los artistas más polivalente y efectivos, del siglo XX.

Entre sus obras, destacan:
Nuestro Padre Jesús Resucitado de Motril, 1993.
Nuestra Señora de la Paz de Motril, de 2004.
Nuestra Señora de la Consolación de Granada, 1990.
Nuestra Señora de la Estrella de Granada, 1980.
Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Granada, 1985.
Nuestra Señora de la Encarnación de Granada, 1982.
Nuestro Padre Jesús Cautivo de Granada, 1983.
Nuestra Señora de la Consolación de Sevilla, 1969.

Y podríamos decir muchas más obras, pero estás son de las más importantes para la provincia granadina, para la ciudad motrileña y las más personales para él, que es la última, la Virgen de la Consolación, titular mariana de la hermandad de la Sed del barrio de Nervión, pues fue su primera dolorosa, después de la restauración a la Virgen de los Dolores de la hermandad de "Los Servitas", ambos de Sevilla.
                                                                                              Aliento Nazareno.

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