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lunes, 7 de octubre de 2013

El atractivo cofrade motrileño.


Cientos de personas viajan a grandes ciudades con una magnífica Semana Santa, como pueden ser Granada o Sevilla , pero, ¿por qué?, ¿con qué objetivo?, ¿devoción o interés como puede ser un paso dorado? Son muchas las cuestiones por resolver y todas con una solución bastante clara. Y no podía ser de otra manera, resueltas a continuación :



¿Estereotipos o devoción?

Los cofrades de las capitales han creado una imagen de nosotros,(refiriéndome a aquellos pueblerinos que se desplazan a la capital de provincia, en este caso, de Motril a Granada), un tanto negativa, criticándonos sin tapujos, argumentando que buscamos lo exótico, lo lujoso, y en gran parte, tienen verdad, y a su vez, mentira. ¿Qué parte es cierta? Que una gran parte de estos viajeros se sienten atraídos, por ejemplo, por un paso de misterio dorado, un techo de palio bordado o una agrupación musical excelente. Y la otra cara de la moneda, la oculta, y es que muchos tienen admiración, devoción por los titulares de alguna hermandad, sus tallas, y sus consecuencias, que son los sentimientos que nos transmite, su dolor, su sufrimiento, su seriedad, etc, etc... En conclusión, la devoción es lo que nos promueve a trasladarnos en esas épocas a disfrutar de las cofradías, que es un sentimiento puro y duro, como la mismísima Virgen María.

¿Aprendices o maestros?

Todo tiene un límite, permitiendo diferenciar varios conceptos, siendo aquí el si debemos aprender de aquellas cofradías que observamos, o si descuidamos la Semana Santa de nuestro pueblo. Evidentemente, nunca seremos Granada o Sevilla, por mucho que lo copiemos, y podríamos entrar en un largo debate diciendo que Granada solo es una copia "barata" de Sevilla (absolutamente falso), pero no es el caso. Motril, se ha quedado estancado queriendo parecerse a Sevilla, Granada, Córdoba y otras tantas ciudades con un gran patrimonio, y es algo que debemos de parar, porque nunca seremos ninguna de esas ciudades. Debemos de exprimir el jugo de nuestras hermandades, mejorarla. Ojo, eso no quiere decir, que sea pecado capital no ayudarnos de la maestría de las grandes ciudades, y eso debemos de fomentarlo, poniendo un límite. Debemos de demostrar que podemos tener un nivel mayor, porque podemos convertirnos en una gran potencia, cofrademente hablando. Somos los "alumnos", provocando que algún día estos "profesores", se sientan orgullos de nosotros.
                             Aliento nazareno.

2 comentarios:

Ana dijo...

Saludos cordiales.
Acabo de conocerte por twitter, he dado con tu blog, he leido ésta entrada y me gustaría contarte mi experiencia.
Soy granadina de nacimiento, pertenezco a una hermandad del Albaycin (las cuales a Dios gracias se libran en cierto modo de la copia indiscriminada a Sevilla) desde hace 13 años e incluso pertenezco a su junta de gobierno. Pero eso no me ha impedido que hace 3 años , animada por la devoción a Nuestra Señora del Rosario de Motril, decidiera unirme a su cofradía. Hablas de un estancamiento y es posible, no conozco tan a fondo vuestra semana santa como para poder opinar, pero si es cierto que a mi juicio eso no es malo. El orgullo y el amor propio por la tierra os impide cambiar ciertos aspectos que nos gusten mas o menos pueden considerarse casi una seña de identidad, no solo en el mundo cofrade sino en general. Ese orgullo , para una cofrade harta de ver que se conoce a su ciudad por hermandades que si que son copias sin sentido, es causa de envidia sana. Creeme que duele ver como se van perdiendo las raíces por razones faltas de lógica, así que si le damos la vuelta al planteamiento, verás que no es tan malo estancarse un poco.
Un abrazo y no pierdas nunca la ilusión que muestras.

Aliento nazareno. dijo...

Tienes en parte razón, porque es como un sentimiento "nacionalista" que tenemos, pero eso no significa que debemos de estancarnos. Sí, debemos de querer lo que tenemos, pero si podemos mejorarlo, ¿por qué no lo hacemos?